Sustrato es el elemento o conjunto de elementos donde las
plantas sitúan sus raíces, sirviendo de elemento
estabilizador y anclaje en la tierra y como almacén de nutrientes. En un
cultivo hidropónico (aquel en el que se alimenta a la planta
a través de agua con nutrientes y NO se alimenta de la tierra) digamos que solo
tiene función estructural. El sustrato puede ser muy variado y con
características muy diferentes en relación al material o materiales que
empleemos para este fin. En la naturaleza el sustrato correspondería
normalmente a la tierra del suelo.
Para entender mejor sus características debemos fijarnos en sus
propiedades:
-Porosidad: es
el espacio entre las partículas del sustrato. Una porosidad elevada favorece el
crecimiento de las raíces.
-Retención
de agua: Depende de los microporos del sustrato, los cuales
retendrán el agua hasta que la planta la consuma o ésta se pierda.
-Aireación: depende
de los macroporos, los cuales permiten la circulación del aire y el agua,
permitiendo la respiración de la raíces.
-El
pH: Mide la concentración de iones de hidrógeno en la solución
acuosa del sustrato. Tiene valores entre 0 y 14, en el que 0 es muy ácido, 7
neutro y 14 muy básico. Lo ideal es tener un pH que ronde 7, para asegurarnos
que las plantas puedan asimilar bien los nutrientes.
-Almacén
y aporte de nutrientes: La capacidad de almacenar
nutrientes y de ir liberándolos poco a poco.
Lo ideal para un sustrato, según diferentes autores, es que sea
ligero, con un buen almacén y aporte de nutrientes y cuya relación entre
micronutrientes y macronutrientes este equilibrada. Esto dependerá del material
o materiales que empleemos como tierra para nuestras plantas.
Algunos tipos de sustratos más comunes son:
-Sustrato
universal: De fabricación normalmente no muy ecológica, posee
habitualmente una mezcla formada a base de turba. Es el que más encontramos en
las tiendas de jardinería y gardens. Posee muy baja aireación y media retención
de agua, el aporte de nutrientes es bajo, por lo que se recomienda abonar antes
del cultivo (en caso de hortalizas, ya que poseen mayores necesidades
nutritivas que las flores).
-Fibra
de coco: Es mi preferida ya que se fabrica con los restos del coco.
Posee bastante aireación y retención de agua. Posee un peso muy bajo y aporta
pocos nutrientes, por lo que siempre mezclaremos con estiércol, compost o
vermicompost.
-Turba: Proveniente
de canteras en regiones frías, es un producto poco ecológico (por ser explotado
como una mina), y es uno de los más utilizados. Posee gran capacidad de
retención de agua y nutrientes, además de buena aireación, pero posee un pH
excesivamente ácido y por sí aporta pocos nutrientes.
-Compost: Es
el resultado del proceso de descomposición de la materia orgánica a inorgánica
llevado a cabo por microorganismos aerobios (en presencia de aire). Posee
correcta aireación y retención de agua. Su almacenaje de nutrientes es medio y
su capacidad de aporte de estos muy elevada. Sus propiedades son bastante
variables dependiendo de los elementos con los que lo hemos formado.
-La arlita
o arcilla expandida se utiliza mucho en los cultivos hidropónicos. El
sustrato se caracteriza por ser una arena cerámica que contiene hierro. No
obstante, su obtención no es sencilla y tiene cierto grado de complejidad, lo
cual no significa que sea un material caro. El
sustrato es inerte por lo que no contiene alimento para las plantas. Seguro que
estás pensando ¿qué pasa si el sustrato no da alimento? Sencillo: la planta no
puede desarrollarse. Por ello, deberás abonar el sustrato sino quieres que tu
planta muera.
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